domingo, octubre 04, 2009

Trekking de Landmannalaugar

En esta reseña os contamos el trekking que hicimos por Islandia a finales de Agosto de 2009. Se trata de uno de los trekkings más clásicos y bellos del país: el trekking de Landmannalaugar, que va de Landmannalaugar hasta Skogar.

Fueron 6 jornadas, aunque se podría hacer en menos. Cada día eran entre cuatro y cinco horas de caminata y, salvo el quinto día, apenas había desnivel. De todas formas hacerlo en 6 jornadas permite ir con tranquilidad, disfrutar del ambiente de los refugios y no sufrir demasiado si un día el tiempo es malo.

Los paisajes que se observan durante esta ruta son impresionantes, tanto que parecen irreales: humeantes fumarolas, tierras de vivos colores, conos volcánicos, campos de lava, negros desiertos de arena e inmensos glaciares. La naturaleza es salvaje y pura, apenas se nota la impronta del hombre. Los refugios donde dormíamos nos han encantado: pequeños, acogedores, bien equipados e integrados con el medio ambiente.

El tiempo es duro; pero es Islandia y hay que asumir que durante el día va a cambiar varias veces y alguna de ellas no te va a gustar. Uno de los días no nos libramos de la ira de los dioses y durante toda la jornada tuvimos que aguantar una lluvia y un viento terribles, el resto de los días hizo "bueno"; lo que quiere decir que nos mojamos poco y hubo claros para disfrutar del paisaje. Hemos aprendido a manejarnos mejor con la lluvia y el viento.

La gente que nos hemos encontrado ha sido estupenda, tanto nuestros compañeros de trekking como la gente con la que hemos convivido en los refugios.

En fin, una experiencia inolvidable en uno de los últimos lugares salvajes de Europa.

Dia 1: Landmannalaugar-Hrafntinnusker
Dia 2: Hrafntinnusker-Alftavatn
Dia 3: Alftavatn-Emstrur
Dia 4: Emstrur-Thórsmörk
Dia 5: Thórsmörk-Fimmvórduháls
Dia 6: Fimmvórduháls-Skógafoss

Álbum de fotos:
http://picasaweb.google.es/carlos.raso/Islandia2009Landmannalaugar#

Video:

Landmannalaugar from Carlos R on Vimeo.


Mapas:

Etapas 1 a 3:

Etapas 3 a 6:

Fimmvórduháls-Skógafoss

Etapa 6: Fimmvórduháls-Skógafoss

Sexta y última jornada del tekking: de Fimmvórduháls hasta el mar, en Skógar; siguiendo el cauce de un río plagado de cascadas que culminan en la fabulosa Skógafoss.

Salimos del refugio de Fimmvórduháls y aprovechamos para contemplar una vez las esplendidas vistas de los glaciares que lo rodean y del mar que queda en frente y hacia donde nos íbamos a dirigir en unos instantes.

Fuimos perdido nivel, atravesamos algún nevero y pronto llegamos a un antiguo refugio abandonado. Después cruzamos el río por un puente y a partir de ahí fuimos siguiendo el cauce del río (es posible bajar por un camino más directo). Al poco empezamos a disfrutar de las numerosas cascadas que hay en el cauce de este río. En muchas de ellas se observaba un arco iris permanente formado por el agua vaporizada que se produce al romper la cascada.

Lucia un sol estupendo, pero otro día más no nos íbamos a librar de la furia de la meteorología islandesa y durante toda la jornada sufrimos las embestidas de un viento tremendo, que en ocasiones nos hacia perder el equilibrio.

Al final de la excursión nos esperaba uno de los espectáculos de mayor belleza del trekking: la cascada de Skógafoss. Se trata de una cascada de unos 25 metros de ancho y 60 de alto; que cae con fuerza contra el río, el cual ya va manso a morir al mar. La cascada forma un característico arco iris, creando una escena tan bonita que parece que estés en el mismísimo paraíso.

Bajamos abajo de todo y nos abrazamos jubilosos con los compañeros para celebrar el final del trekking.

Después de hacer un buen montón de fotos a Skógafoss, Goiko nos animó a ponernos una vez más la ropa de lluvia y acercarnos todo lo posible a la cascada. Ni cortos ni perezosos nos pusimos los pantalones y la chaqueta impermeables y nos fuimos acercando al punto donde rompe la cascada.

A medida que te vas acercando se observa un curioso efecto visual: el arco iris de la cascada se va cerrando alrededor tuyo hasta verte completamente rodeado por él. Parece que estés entrando en una nueva dimensión. Sin embargo, el agua no para de salpicarte y es mejor no permanecer demasiado tiempo disfrutando de esta experiencia.

Después de secarnos fuimos a tomarnos una merecida cerveza. ¡Por fin una cerveza y de las de 5 grados!, ¡que maravilla, que bien sabía!

Luego autobús hasta Reykiavik, con algunas paradas para ver otras cascadas, despedida de algunos compañeros y compañeras que nos habíamos encontrado durante el trekking (que esperamos volver a ver), cena de despedida con la gente del grupo y al día siguiente de madrugada vuelo de vuelta a Barcelona.

En resumen, podemos decir que los pasamos estupendamente, conocimos un país maravilloso y hemos hecho nuevos amigos. El único aspecto negativo es que la caída de Celeste resultó ser una fractura de un hueso de la mano y se ha pasado un tiempo con la escayola.

































Thórsmörk-Fimmvórduháls

Etapa 5: Thórsmörk-Fimmvórduháls

Quinta jornada del tekking: de Thórsmörk a Fimmvórduháls, cruzando entre dos glaciares y alucinando con las vistas desde Fimmvórduháls.

Para mi una de las jornadas más espectaculares del trekking . Salimos del refugio de Thórsmörk y cruzamos un último río. De hecho creíamos que ya no tendríamos que cruzar más ríos, pero no venía de uno más y comenzamos con el ritual de ponernos las “cholitas” y remojarnos las piernas con agua helada.

Tras cruzar el río encontramos un manantial e hicimos acopio de agua, pues era el último punto con agua potable segura (en Fimmvórduháls hay que derretirla del glaciar), y comenzamos la subida. Este día es el único en el que había que superar un cierto desnivel, unos 800 m, la verdad es que ya teníamos ganas de un poco de caña y a medida que subíamos comenzábamos a sentirnos “como en casa”

Los valles que íbamos superado eran espectaculares, de ese verde tan intenso que sólo hemos visto en Islandia. El recorrido tenía alguna pequeña cresta, anchas y con camino bien marcado; pero cruzarlas con el viento que suele soplar por esas latitudes o con lluvia puede suponer alguna dificultad.

Llegamos a una zona más llana donde aprovechamos para comer algo y para deleitarnos con las vistas. A nuestra izquierda observamos las lenguas glaciares del Myrdalsjökull y a nuestra derecha veíamos el más discreto Eyjafjallajökull. Hoy íbamos a pasar entre ambos glaciares.

Continuamos por una llanura pedregosa, superamos un último desnivel relevante y seguimos prácticamente llaneando cruzando entre ambos glaciares. El día era soleado, aunque empezaba a verse en el cielo nubes amenazantes (¡como cada día!).

Ya veíamos Fimmvórduháls en el horizonte, situado en la mismísima arista de las montañas.

Fimmvórduháls es un lugar espectacular, te encuentras entre dos glaciares y en frente tuyo tienes el mar. El refugio está en línea del resto de refugios del trekking, aunque más austero. No hay agua corriente y hay que derretirla del glaciar. Una vez en el refugio comenzó a llover, ese día nos habíamos salvado por los pelos.

Abrimos un fuet y una longaniza que habíamos reservado para un momento especial y pasamos una tarde divertidísima, con las bromas de nuestro compañero Juanjo y con el resto de gente que había en el refugio: dos holandeses, que ya habíamos visto en otras etapas, un belga y el guarda. Por un lado, posiblemente maldicen coincidir con españoles pues cuando ellos se van a dormir nosotros comenzamos la fiesta; pero por otro lado, lo agradecen porque se lo pasan en grande con nuestra jovialidad. Somos la alegría de la huerta, esa tarde especialmente Juanjo.

Vistas desde Thórsmörk:






Lenguas del Myrdalsjökull:





Foto de grupo:
Myrdalsjökull:


Eyjafjallajökull, a la izquierda de todo se ve Fimmvórduháls
Vistas
del Eyjafjallajökull desde Fimmvórduháls

Interior de Fimmvórduháls:
La cocida de inducción de última generación:
Lo que se agradece un fuet en este lugar:

La habitación del guarda:
Fimmvórduháls:
Vistas del mar desde Fimmvórduháls:
Truco de magia de Juanjo: un plato de spaghetti por aqui, y voila ! ha desaparecido: